Una vez nuestros
pequeños héroes, junto al rey Arturo, se ponen en camino, el día pasa muy rápido.
Todo está tranquilo y el sendero despejado. Hay algunos habitantes en la zona,
por lo que siempre es buena idea andarse con cuidado ya que nunca sabes a quién
te puedes encontrar por ahí.
Tras unas horas
caminando, Alpha la pequeña loba de Elen, es la que alerta a nuestros
protagonistas de que algo no va bien. Empieza a gruñir enseñando sus pequeños y
afilados dientecillos. El grupo se para y de pronto dos enormes lobos negros
con aspecto muy feroz y pelaje desaliñado les rodean, uno por delante del
camino y otro por detrás.
gran lobo negro |
Los lobos rugen
mientras enseñan sus enormes colmillos y comienzan a acercarse con malas
intenciones. La yegua del rey se asusta mucho y Arturo la intenta tranquilizar
acariciando su cabeza y susurrándola para que se calme.
Elen muy
valientemente se acerca a uno de los lobos y como puede hablar mágicamente con
los animales, le suplica por favor que no les coman, a lo que el lobo negro
responde sin compasión: ¡seréis mi almuerzo!. Elen regresa junto a sus
compañeros de un salto y Charlie saca su varita mágica que emplea sobre él
mismo intentando convertirse en cocodrilo. “Cocodrilum
Cocodriler” grita el pequeño, pero el hechizo no funciona y se queda como
el niño mago que es, todavía humano.
Steisy muy valiente
desenfunda su puñal y su espada corta, regalo de su padre, y se
abalanza sobre
uno de los lobos. El lobo intenta defenderse pero la chica gato es mucho más
rápida y le golpea con ambas armas. En ese mismo instante el lobo se transforma
en un humo negruzco que se queda flotando cerca de Steisy.
otro gran lobo negro |
Elen muy veloz saca
el jarro de Pandora y lo acerca al oscuro vaho. El humo negro comienza a ser
absorbido por el jarro como por arte de magia y cuando se mete por completo se
escucha un lejano aullido que viene del fondo del jarro. Ya tienen a uno
atrapado, ahora a por el otro.
Charlie se encuentra
ante el otro enorme lobo negro, que le gruñe mientras se le cae la baba
espumosa de las fauces. El niño mago intenta otro hechizo esta vez se
transformará en una criatura mitológica, un grifo, un animal que tiene la mitad
trasera de león y la delantera de águila, con unas grandes alas y zarpas
afiladas. “Grifo Griforum” dice el
niño mientras mueve la varita sobre su cabeza… y esta vez… ¡si funciona!.
Charlie comienza a convertirse en un grifo, empieza a salirle pelo de león en
las piernas y plumas de águila en los brazos, su cabeza se transforma en la de
un águila y le sale cola de león. Ya como un
pequeño grifo se enfrenta
valientemente ante el lobo que se ha quedado paralizado de miedo al ver al
“nuevo” y amenazante Charlie. De un solo zarpazo del grifo, el lobo se deshace
en un humo negro y de nuevo Elen, con mucha destreza, se coloca cerca el jarro
mágico y el humo se mete en él con rapidez. Otro aullido lejano se oye del
interior del jarro cuando la oscura niebla se introduce del todo.
Charlie convertido en Grifo |
El rey Arturo,
sorprendido les da la enhorabuena, ya que han luchado como bravos guerreros,
han dado la talla y se siente orgulloso de haber elegido a unos guías tan
valientes. Muchos mayores no hubieran solucionado tan bien esta peligrosa
situación, tienen cuerpecitos de niños pero corazones de guerreros.
Muy contentos y
animados continúan el viaje y llegan a la bifurcación de donde sale otro
pequeño sendero que conduce al pantano, este es el que Tom, el hijo del alcalde
les dijo que no siguieran, podría haber bichos muy peligrosos. Elen propone a
sus amigos adentrarse en el pantano, ya que puede haber criaturas de las que se
escaparon del jarro mágico de Pandora y así podrían vencerlas y devolverlas de
nuevo al jarro, igual que a los “despelujados” lobos negros que acaban de
vencer. A todos les parece buena idea y Steisy se muere de curiosidad por saber
que habrá en los peligrosos pantanos. Sin embargo el rey Arturo les recuerda
que han venido a ayudarle con su problema y que deben llegar al Lago de Cristal
para buscar el Castillo Bocabajo y si entran en los pantanos quien sabe cuando
completarían su cometido. Los niños entran en razón y deciden continuar su
camino, quizás a la vuelta puedan entrar y ver que hay en los misteriosos
pantanos.
A buen ritmo de
marcha, a la hora de comer llegan a su destino. El lago es bastante grande, de
aguas azules y apacibles. Cuando llegan todo parece estar en calma. Está muy
tranquilo, no se ve a nadie en la zona y el sol brilla sobre el agua. El sitio
tiene una atmósfera irreal, como si el lugar fuese mágico. Bueno, es que lo
es...
En el centro del lago
se puede ver un pequeño islote donde crece un árbol de tonos rosados. Aunque
está un poco lejos para poderlo ver bien desde la orilla, tiene toda la pinta
de ser el árbol mágico del que habla la leyenda. La verdad es que el Lago de
Cristal es precioso y los niños y Arturo se sientan a descansar, contemplando
el bello paisaje.
la isla del Lago de Cristal |