lunes, 3 de junio de 2019

LA BALADA DEL REY TRANSPARENTE, Capítulo 4: Preparativos


A la mañana siguiente nuestros tres pequeños protagonistas ya están listos para organizar su gran aventura.

El Lago de Cristal está dirección norte pero no saben exactamente dónde, así que necesitan un mapa para encontrar el lugar exacto. No estaría de más llevarse alguna cosa de comer, a lo que Steisy deja claro que debe haber raciones de pescado; agua fresquita y algo de equipo, como unas mantas; algo para encender un fuego, que nunca se sabe si refrescará; esperemos que no pase pero si se les hiciera de noche, deberían llevar al menos una tienda de campaña, ya que Charlie necesita refugiarse del frío, no tanto Elen que se encuentra en el bosque como en casa, haga frío o calor, ni Steisy que tiene pelo por todo el cuerpo y eso le da calorcito; estaría bien hacer un botiquín y llevar alguna poción de curación por si alguien sale herido, crucemos los dedos para que no suceda; una cuerda podría ser una buena opción, todos recuerdan el episodio de Charlie en el pozo; además, el mundo ahí fuera es peligroso, por lo que no conviene viajar desarmado, hay que llevar armas. Y por ultimo recuerdan que deben pedirle a Pandora el jarro mágico para llevarlo en su viaje, por si acaso se encontrasen con alguna de las criaturas que escapó de él.

Mapa
Deciden hacer una lista de cosas que van a necesitar y después de escribirla se dividen entre los tres lo que cada uno debe conseguir. Elen que es la que más encanto tiene, es la elegida para conseguir el objeto más importante de todos, el jarro de Pandora. Pero hay algo que no han tenido en cuenta, y es que varios de esos objetos se consiguen en el mismo sitio, con lo que se encuentran unos con otros mientras completan cada uno su lista.

Salen los tres, cada uno con su pequeña lista y deciden reencontrarse al terminar en la taberna de Steisy. Charlie es el encargado de conseguir la comida, el agua y las armas. Se encamina hacia el horno para conseguir pan y después se dirige al almacén comunal para ver si allí pueden tener pescado para Steisy y unas cantimploras. Tiene suerte y consigue todo lo que necesitaba pero se da cuenta de que cada uno deberá tener sus armas, ya que él no sabe cual utiliza cada una de sus compañeras. En eso que va de camino a la taberna cuando se encuentra con Steisy que ya ha conseguido un mapa de la casa del alcalde, se lo ha dado Tom, su hijo, y le ha advertido que no se desvíen hacia el pantano, que lo pone muy clarito en el mapa, sería muy peligroso. Cuando se cruza con Charlie, Steisy va al almacén de suministros para conseguir una tienda de campaña y algo con lo que hacer fuego. La chica gato consigue la tienda de campaña y yesca y pedernal, dos piedras que si las chocas entre sí hacen chispas ¡y con ellas se puede crear fuego!

Equipo
Elen ya ha conseguido las pócimas de curación de la casa de la curandera, se las ha dado Marta, la niña que les ayudó a sacar a Charlie del pozo, también les ha dado unas vendas y espera que no las tengan que utilizar. Cuando va a conseguir la cuerda y unas mantas se cruza con Charlie que viene del almacén y después con Steisy que acaba de conseguir sus objetos para el viaje. ¡¡¡Madre mía qué lío!!! Los tres niños se están cruzando unos con otros, saludándose mientras consiguen sus cosas por la villa.

Por último Elen decide ir a casa de Pandora para pedirle el jarro mágico. Aunque todos saben que no fue culpa suya se siente responsable de lo sucedido con el jarro, por lo que siempre trata de ayudar todo lo posible. Le recuerda a Elen que si encuentran a uno de los seres que escaparon del jarro deberían hacer todo lo posible por tratar de capturarlo. Pandora le da el jarro y le desea buena suerte, no sin advertirle antes de lo siguiente: “Recuerda lo que nos dijo el Hada de la Esperanza: Para poder encerrarlos de nuevo en el jarro, hay que derrotarlos antes.” Mientras tengan el jarro con ellos, son los responsables de cuidarlo.

Por fin terminan sus tareas y regresan a la taberna de Steisy con todo lo que han conseguido. Nadie les ha pedido nada a cambio, normalmente se hace trueque, se cambia una cosa por otra, pero en el pueblo los tres niños ya son conocidos y se sabe que van a ayudar al rey Arturo, con lo cual les regalan todo lo que necesitan.

Los niños piensan que si se hubieran repartido las cosas por lugares donde conseguirlas y no por orden de la lista que hicieron, hubieran tardado menos y dado menos vueltas para conseguirlas.

Cada niño enseña a los demás lo que ha obtenido y cuando llega el turno de Elen les muestra el jarro de Pandora y les explica a sus compañeros lo mismo que ella le ha contado, compartiendo con todos la valiosa información.

Cuando Steisy enseña el mapa, ven que el Lago de Cristal está a unos quince kilómetros a pie hacia el norte. Más o menos unas cuatro horas caminando con tranquilidad. La chica gato les recuerda lo que Tom, el hijo del alcalde, le ha dicho: “hay un pequeño sendero que sale del camino principal, atravesando terreno despejado, para terminar en la orilla del lago evitando así los pantanos, que dan mucho miedo y están llenos de extrañas criaturas”.

Se reparten todo el equipo y llegan a la puerta norte de la villa, donde el rey Arturo, transparente “a cachitos”, les espera subido sobre su yegua blanca. Éste les saluda con energía y emoción.

Todo el pueblo se encuentra aquí para despedir y desear suerte al grupito de valientes, que sonríen y saludan a los demás niños de Narán. Nuestros pequeños aventureros se encuentran felices y contentos de camino al Lago de Cristal. ¡Qué emoción! ¡Es su primera aventura.